miércoles, 28 de marzo de 2007

Almuerzo con Jesús


Me manda recado Rosa Llovizna que hoy la perdonen, que no puede ni ir a limpiar ni venir a comentar, y que tiene una mañana de gozo perezoso y peluda como oso (la mañana, me entiende, peluda es el cielo encapotado).
Que nadie la moleste. Verán. Tiene invitado a comer a Jesús Potajero. Con el menú no hay problema (si fuera el griego le daría higos, otra cosa se vería). Jesús Potajero desayuna potaje, almuerza potaje, merienda potaje y por la noche... caga potaje. El pobrecito con tanta fibra se le desorienta la tripa.
Mi padre también desayunaba potaje a veces, hace tiempo, cuando los donuts no se habían inventado porque a nadie se le ocurrió poner agujero en el centro de los bollos. Los dulces eran aburridos, y así la gente no los compraba.
Rosa Llovizna está contenta porque tener a Jesús Potajero de comensal es una Bono Loto con premio. Jesús Potajero no es que tenga conversación, pero trae bajo el brazo su album de fotos, con cascadas, bosques, troncos, cosas raras, paisajes de campo, como de sitios de oveja con su teje maneje.
Jesús Potajero es campechano, si le ofreces un mate se lo bebe aunque esté amargo. Chupar de la bombilla que chupó Jesús Potajero es como chuparle el culo de miel a una zángana.
Cuando le toque a la puerta, Rosa Llovizna piensa recibirlo con esta frase:
"Welcome to the jungle", de lo dice un ganso rosa, en concreto Rosa, rosa Llovizna, para servirle: ¿le sirvo ya el potaje?

domingo, 25 de marzo de 2007

BARRIÓ SESAMO


Y dicen que iba contoneándome.

Pasaba yo por delante de casa de Doña Llovizna justo cuando ella le daba lustre a la cerda de exteriores. A las cerdas de exteriores se les suele dar mano de galpón para evitar los herpes zoster, que tampoco es el caso, que la cerda era de elevada cuna, que el Ficus de la portería bien que declaró que dormía en litera con dosel.

No dándome cuenta del extremo atocinamiento del suelo, y teniendo por costumbre ir descalza, a la pata coja y con el ojo izquierdo cerrado, resbalé gracilmente como corresponde a una Evita como yo, y dándome glorioso guarrazo en el piso, quedome inconsciente para iniciar, tarará-tarará, un viaje en el tiempo.

Y esto aclara muchas cosas. Mis cosas.
Y si, mis cosas, por qué está visto que aquí todo el mundo está educado en Jarvarsete, pero yo soy la única capaz de recitar El Quijote con solo 250 ml. de oxígeno y en mp3.

Pues iba ya cerca del horizonte de sucesos cuando me crucé con una señora, o cosa, que se había mezclado consigo misma en forma de nietabuela, con muchos ojos y tres manos en cada parte del cráneo, que era cuadrado, y gritando a voz en cadera, que me parece a mi que ahí se le escondía a eso el fuelle: -¡En el universo no se folla ni ná!- mientras perseguía blandiendo el cuello de un alemán, a ratas, ardillas y gatitos suaves y esponjosos. Que trauma, que trauma.

Como comprenderán, mi ya empobrecida psiquis no podía sufrir tanto perplejismo esotérico-licuado-rampante, así que en un último rayo de cordura, me pellizque un sobaco y desperté. Y mis ojitos hermosos y anclosos lo primero que vieron fue a una araña que estaba y no estaba, a un señor vestido de blanco ipod abrazado a una máquina de café, y a otro señor con un cestito en el que llevaba un tarrito de miel, melocotones frescos y un hermoso mantel. Y veneno para matar a la monstrua verdosa vicetiple.

-Niña Eva, ¿quieres un compromiso sin piso?-
Me dice la Seña Rosa.
-Bueh…Pues sí.
¿Qué podía ser peor?

¡Jesús! Asísteme. Y si eso, te manifiestas.

Nota marginal: ésta nota es una marginal y de mala familia. Aclarado este punto, tengan claro que yo no entiendo bien eso de las etiquetas. Yo por etiqueta entiendo que será para marcar, digo yo. Bueno, pues este post no tiene etiqueta, así que mi deber es informarles de que no deben lavarlo a más de 30º, y les recomiendo el secado horizontal, se queda más estiradito. Lo de planchar es de la Llovizna, pero anda liada arreglando el mundo.

Un paso más en la evolución doméstica.


miércoles, 21 de marzo de 2007

Follando agujeros de gusano



Follar en realidad no folla nadie, pero por una cuestión de la física. Resulta que hay agujeros de gusano en el universo, y que uno de ellos es la vagina de una mujer. Nada más traspasar el umbral, empieza la aceleración del tiempo y del espacio. El pitulín aflora, pero en otro lugar de universo, sin gozar el mullido espongiario de las paredes vaginales. En realidad es un mete y saca contra el vacío y oscuro universo. Y me callo, porque esto ya es materia de Rosa Llovizna...

lunes, 19 de marzo de 2007

Comunicación al equipo 3

Mantel dice: Por favor, para cualquier comunicación al equipo diríjanse a la entrada "Comunicación al equipo 2" y déjense de coñerías con la comunicación al equipo 3. No habrá comunicación al equipo 3. Háganse a la idea de que esta Comunicación al equipo 3 no existe y nunca ha existido y nunca existirá. Yo no tengo la menor intención de comunicar nada al equipo en esta Comunicación al equipo 3. Y espero que a ningún miembro del equipo se le ocurra comunicar nada por esta tercera vía. Para eso está la 2. Y para eso estaba la 1, aunque Ingle y Rosa conspiraron para crear la 2. Así que déjense ya de joder con la 3 y pasen a la 2.

Y ahora, para terminar de cagarla. Voy y publico esto.

Ja.

Y el que quiera que lo borre.

Ja.

Rosa dice: Oiga, usté. Sí, usté, el de las pompas de jabón Pompidú Pomponio PimPamPum. Don Mantel, sí. Esto no existe, el Comunicado nro. 3. O sea que no está usted leyendo esto. Está teniendo una alucinación. Si hay más alucinando esto es una alucinación colectiva (acá les decimos bondi a los colectivos) Le recomiendo pedir un suplente para el trabajo y descansar por tres días. Para los mocos oigame, use papel higiénico que es más cómodo que los pañuelos de papel y más higiénico (por eso es higiénico)
La tercera vía, la tercera vía. Está muy esotérico. A mi me gusta la tercera vía, que es ir por mi cuenta.

Che, yo no conspiré, yo tomé la sugerencia de Codo, Ingle, el hombre ese. Me pareció coherente, ya era muy largo el poste ese, no?

Yo no quiero borrar esto. Está bueno experimentar.


No les parece que podemos hacer una obra de teatro así, en partecitas? Cada capítulo sería lo que dice cada personaje.

Ay, qué moderno está quedando esto...

Mantel dice: Doña Llovizna, esto no puede continuar así. Si hemos quedado en que no se utiliza la Comunicación al Equipo 3, pues no se utiliza. Y si se utiliza, pues se utiliza. Pero yo lo que digo es que lo mejor es no ulilizarla y mandar a la mierda cualquier cosa que parezca una Comunicación al Equipo 3. Mire Usted, ¿Qué pasaría si alguien que no fuera del equipo leyera esto?, ¿eh?, ¿eh?, ¿se imagina Usted?. Y peor aún, ¿se imagina Usted que alguien que no fuera del equipo leyera esto Y LO ENTENDIERA?. Vamos, por favor, no sé qué aneurisma se nos ha reventado, pero esta comunicación debería de ser PRIVADA, SE-CRE-TA, porque para eso es una comunicación al equipo, para que los demás que no son del equipo no se enteren de los entresijos del equipo ni del exquisito modus organizantis (se dice así y punto) de este blog.

Yo soy partidario de borrar esta entrada que no existe, porque no tiene sentido publicar una entrada que no existe. Pero si Usted no la borra no seré yo, ah, no, no, no, no voy a ser yo el que haga el papelón de malo en esta obra de teatro bondi. Bondi a mí me suena a marca de pan de molde, pero no sé cómo dicen al pan de molde en el lado austral. Lo mismo lo llaman pan mierda. A mí una vez se me caducó un paquete de pan moldi, digo bonde, bondi, molde, joder, molde en la nevera, se me caducó por ponerlo al lado de un tomate que tenía el culo virado para abajo y el pan se volvió verde y le salieron pelos y si acercabas el oído hasta escuchabas conversaciones entre las lonchas de pan en un extraño idioma pan. Yo lo qu
e digo es que no pienso hacer caso a la comunicación al equipo 3. Me vuelvo a la 2. Y esto se está alargando. Y además sin comentarios. Y la culpa de don Codo, entonces. Publicar.

Rosa dice: Tonces acá no escribo nada? Viera los ojos que pongo ahora... de tristeza... parecen dos panes de molde, o sea panes de molde que les decimos acá. Y pan lactal también le decimos acá.
Bueno, no escribo nada acá. Publicar

seremos lonchas de pan???
Publicar
INGLE DIJO: (en pasado)
Yo una vez compré pan de molde en una boutique, pero como no tenían molde de pan (que es cuadrado) me dieron pan de molde de teta de Elsa Pataky, que es molde redondo y orondo.
La cosa no salió bien, porque cada vez que comía el pan con molde de teta, se me subía la cosa, y mire usted, acababa el pan con un agujero en el centro.
Esto era peligroso. Una vecina me ofrecía matarle las avispas a cambio de besos. Una tarde que le maté media docena, le dije que un beso era poco, y que si me dejaba tocarle los moldes de pan. Ella arrugó la frente, y yo lo interpreté como un sí, pero me arreó una hostia, y desde entonces creo en dios.

Rosa dice: (ahora, lo estoy diciendo mientras lo escribo, Ingle, usté tener problemas temporales, ser mago?)
Si usté le tiene fe a dios podrá tocarle las tetas a una moldera que cocine buen pan, don Ingle. Rece, rece. Y publicar
INGLE DIJO:
En el Valle del Golfo vivía un golfo bien golfo. Si un camello se aventuraba a cruzar el valle, el golfo se lo trajinaba. Si llovizna caía del cielo, el golfo se la ventilaba. Pero un día se le apareció una avispa, y el golfo no quiso traginársela y la mató porque le daba dentera. Al rato apareció una niña y le dio un beso. Desde entonces el golfo dejó de ser golfo, se volvió poeta que desea la teta. Y no dijo más...

Mantel dice: Pan lactal es una expresión increíblemente erótica. No se me quitan las negritas, no sé porqué. Ingle tiene un Negrito de cuatro patas que tampoco se le quita. Yo viví en el Valle el Golfo una temporada y lo mejor de allí era la carne y los murcielaguitos porque nunca había visto murcielaguitos ni probado carne tan rica como la del Valle del Golfo. Yo no sé quién es la Elsa esa, ¿viene de regalo en las bolsas de pan lactal-bondi-molde?. No puede haber tristeza más triste que la de los ojos como pan lactal así que entonces para que Doña Llovizna no se panee mejor que publique, pero que conste que yo no sé si esto va a ser bueno, muy bueno o pestilente. Joder.

sábado, 17 de marzo de 2007

Quién es Quién

En algún lugar ya he contado que cuando nací meé al doctor en su cara y que en venganza me extirpó la sensibilidad. También me extirpó otra cosa, aunque eso lo descubrí con el paso de los años: la personalidad.

Cuando era niño sabía que ser niño no servía para nada. En aquella época los niños no contaban. Así que no me preocupaba al ver que yo no tenía vicios ni ídolos como tenían otros niños, pensaba que esas cosas ya me vendrían cuando fuera mayor, es decir, cuando fuera algo. Me hice del Real Madrid porque todos los niños tenían un equipo favorito de fútbol, y como había que responder cada vez que un adulto te preguntaba con cara de imbécil “¿Y tú de qué equipo eres?”, me pareció que ser del Real Madrid era lo más conveniente. Cuando dejaron de preguntarme dejé de ser del Real Madrid. Y así con todo. No tenía un programa favorito de televisión: mis primos y mis amigos perdían el culo por llegar a tiempo para ver a los payasos de la tele. A mí me parecían simplemente eso, unos payasos. Rara vez me hacían reír y desde luego no los consideraba una prioridad frente a jugar a solas con mis cochitos.

Llegó la adolescencia y entonces sí empecé a preocuparme. Pensaba: “Jo, ya va siendo hora de tener personalidad”. Y la personalidad no aparecía. Creía que cualquier día me levantaría de la cama y sentiría que ya tenía personalidad, que ya por fin tendría criterio para discutir y defender con vehemencia mis posiciones inamovibles, mis preferencias, mis héroes, como hacían otros. Como hacía el cabrón de Pedro Expósito, que me levantó a la primera chica de la que me enamoré en mi vida. Pedro era el triunfador de la clase, el más abierto, el deportista, el que primero se desarrolló. Yo fui el último, pero al final fui más alto que él por diecisiete centímetros. Jódete, pigmeo.

Mientras otros discutían sin escucharse entre ellos, yo permanecía callado porque no sabía qué decir. La mayoría de las veces ni siquiera entendía porqué aquello parecía ser tan importante para ellos, porque hablaban de gente y sucesos desconocidos y lejanos. Pero, joder, no podía evitar sentir que tenía el cráneo vacío.

A pesar de lo que pueda parecer, con los años he madurado mucho. Ahora he descubierto que el no tener personalidad es una gran ventaja para moverte por la vida, porque te permite adaptarte a cada situación mimetizando la personalidad que más te conviene. Así puedo implicarme en mis tareas y desarrollarlas con un alto grado de éxito.

Por las mañanas soy un paciente conductor que se cabrea lo justo por tirarse 45 minutos para recorrer 16 kilómetros. Luego me convierto en un eficaz trabajador que es capaz de sacar adelante el trabajo con calidad y precisión como si le interesara lo que hace, sin desatender el blog ni los correos durante la jornada laboral. Mi no personalidad tiene una paciencia felina, pero cuando algún capullo me hace enfadar lo necesario, soy un implacable y educado irónico capaz de mandarlo a la mierda haciéndole creer que es un puto Dios. Por las mañanas apenas digo malas palabras (coño, joder, y ese tipo de cosas que tanto gustan a mis otras personalidades). A mediodía soy un buen devorador de alimentos, que se somete a esta tarea con especial dedicación. Por las tardes soy un tío tranquilo que viste en vaqueros viejos y empieza a largar improperios por la boca. Por las noches soy un ameno conversador degustador de vino o cerveza en buena compañía. Luego duermo como un cerdo y resulto un eficiente soñador en colores.

Y, además, soy el hijueputa esquizofrénico que despierta a los vecinos riéndose dormido.

lunes, 5 de marzo de 2007

SOBRE BRUJILDA GALPÓN Y SU ABOGADO

De mis padres carnales tengo pocos recuerdos. Sólo un tanga de leopardo parlante y un pedazo de muérdago que se olvidaron en el galpón. Para mí que el tanga lo dejaron a posta, porque a menos que esté guardado en un cajón no se calla ni debajo del agua (nunca hay que lavarlo a menos de veinte grados, se pone insoportable). Fui a visitarles cuando estaba algo grandecita para informarles de que había nacido y crecido. Rosa Llovizna, gracias a un sexto sentido, supo siempre de mi existencia.

Mi familia adoptiva es muy amplia. La mayoría emigró a Argentina, a la güerta de un valiente, donde viven en una colonia de zapallos adosados. El dueño les tiene a cuerpo de reyes. Ha levantado una especie de tótem para impedir que el espíritu del pájaro devores a mis familiares y sus casitas. A cambio, le ayudan en su ardua tarea de exterminas hormigas y babosas.

Me resta contarles todo sobre mi madre (adoptiva).
Cuando Paca sólo era un huevo en el interior de su mamita (Nerea), ésta picó a una vaca frotadora francesa (Charlotte). Nerea murió de parto. Al parecer la mataron a disgustos entre mi madre y mis casi 800 tías que no se ponían de acuerdo en el orden de nacimiento. Tras un mes de discusiones, y con mi abuela fallecida (en parte también de aburrimiento) decidieron romper el saco y salir todas a la vez. A Charlotte, viéndolas tan pequeñas y con las tetas tan grandes se le despertó el instinto maternal. Después de todo aquellas huerfanitas llevaban su sangre. Decidió amamantarlas (lo que supuso el final de su carrera en Playcow, dado que sus atributos menguaron considerablemente). Gracias a esa leche tan grasa, Paca y sus hermanas fueron las arañas de Galpón más deseadas por los machos del lugar. Bueno, no exactamente ellas, sino sálvense sus partes y no olvídense sus genes frotadores.

Para cuando Paca me acogió en su seno (digo senos) era viuda. Siempre vestía de negro, no sé si por el luto o porque era de ese color. Se lo pregunté en una ocasión, al igual que por qué no había vuelto a casarse. Se limitó a sonreír y relamerse. ¡?. Fue una buena madre. A ella le debo un ombligo que produce seda, las uñas de los dedos gordos de los pies retráctiles, un par de lindos quelíceros, con aspecto de colmillos humanos, que se tornan rosa irradiante cuando voy a inyectar veneno y el pasar por ecdisis (mudas) sucesivas. Bueno, tengo ciertos problemillas con los hombres a causa de una serie de rituales de apareamiento heredados que…en fin, de ese aspecto no diré nada si no es en presencia de mi abogado (el Señor Ingle).

Conocí al señor Ingle una tarde de primavera en el galpón. Paca, había salido a buscar un palo frotador. Yo trataba de echarme la siesta sobre un montón de paja cuando una franja naranja butano me deslumbró. Me incorporé lenta y silenciosamente, como aprendí de mi madre adoptiva, y desde la oscuridad pude observar de espaldas a mí a un apuesto muchacho (cuyos pantalones dejaban entrever parte de sus calzoncillos) que permanecía inmóvil frente a un pedazo de queso atado con un hilo. Qué cosa más extraña, pensé. Una hora más tarde, allí seguía, inmóvil. Me picó la curiosidad (a veces se me queda marca) y decidí dirigirme (con la voz) a él:

Brujilda: Disculpa trataba de descansar cuando he percibido tu presencia. Me llamo Brujilda Galpón y no recuerdo haberte invitado a mi casa.

El muchacho, que parecía tener la mente en algún otro lugar, tardo algunos segundos en responder.

Johnny: Disculpe, no pretendía incomodarla, verá yo…sólo quería cazar unos roedores.

“¡¿Unos roedores?!”, pensé. “¡¿Disculpe?!”, pensé. “Qué muchacho más educado. Y qué raro. Me cae bien”, pensé. Así que decidí no clavarle mis quelíceros. Fue entonces cuando me contó que trataba de hacer una corona de ratones degollados para una tal Nerea (pero que no se lo contara a nadie). ¡Nerea!, pensé, como mi abuela. No puedo chupar a un chico enamorado de una mujer que se llama así.

Brujilda: Pues verá, soy alérgica a los gatos. Lo heredé por la leche de mi madre adoptiva. Ella les tiene pánico, jamás me dejó tener uno. Se salvan los de color negro (gracias a mis padres carnales). Los blancos irradiantes son los que más me hacen estornudar. Si tuviera uno se lo prestaría, pero ya ve, como no quiera una poción. Y la verdad, aún no se me dan muy bien…

Johnny: ¡¿Podrías hacer que los camellos naden bajo las fuentes?!.

Brujilda: ¡¡¡¿Todos?!!!! Hum…Pues va a ser que no. Demasiadas pócimas. Harían falta muchas ancas de mujer rana y son muy difíciles de encontrar.

Johnny: Mujeres rana….jamás he visto una de esas. (Él no sabía que años después encontraría una roca repleta de mujeres rana al lado de casa).

Johnny decidió que si no era posible arreglar lo de los camellos, no tendría sentido regalarle a Nerea una corona de ratones degollados. Así que se conformó con que le cambiara el color de sus calzoncillos, que ya se había cansado de aquel naranjita. Fue el principio de nuestra amistad.

viernes, 2 de marzo de 2007

Los problemas de Armando Nuez

Hoy salí a tomar unas copas con mi amigo Armando Nuez, y esto es lo que me contó:

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”“Te lo dije. Iba a haber bronca y la hubo. Ayer se levantó de morros, estuvo todo el día de morros y a mediodía hubo bronca. Otra vez que si yo no te importo que tú no me necesitas que quiero SABER QUE SOY tu prioridad alfa que si no buscas momentos para estar conmigo que si no compartes nada conmigo que si nunca me entero de lo que estás pensando siempre con cara de estar en tu puto mundo que si tienes tiempo para tus crápulas amigos pero no para mí y tal y tal y tal. Yo estoy ya hasta los cojones de todo esto porque esta conversación se repite cíclicamente entonces le digo oyes que a mí me tienes hasta los güevos con tanta histeria tuya y con que te levantes con tus loqueras y me pongas de mala leche desde por la mañana y que harto estoy de que me robes felicidad a cuenta de tus crisis y de tu puta regla y que harto estoy de que me maltrates con tus gritos y tus interrogatorios presumibles de culpabilidad sin yo haberte hecho nada malo y entonces me dice que claro que alomejor resulta que está histérica por mi culpa porque como yo no le hago caso… entonces le digo pues mira si todo está tan mal si de verdad piensas que no te hago caso y que todo está tan jodido porque soy tan desastroso pues habrá que buscar solución y ella qué solución y yo joder, pues separarnos porque si las cosas están tan graves no tiene sentido seguir así. Entonces sigue con la misma matraquilla se levanta y se larga y yo me quedo dormido en el sillón de la sala porque en estas conversaciones hago como que la miro a los ojos pero en realidad me concentro en un punto intermedio entre sus ojos y los míos y eso me da un sueño que te cagas. Al rato viene llorando y temblando y me pregunta que si estoy pensando en separarme y yo le digo que no, que lo que he dicho es lo que he dicho ni más ni menos y se lo repito y ella pues si no estás pensando en separarte no me vuelvas a decir eso nunca porque ya me lo has dicho varias veces y entonces yo pienso que tú piensas en separarte y me quedo peor todavía y yo repito yo lo que digo es que si de verdad todo está tan jodidamente mal y si según tú yo tengo la culpa de todo esto no va a cambiar porque tú eres así y yo soy así y entonces a qué seguir juntos y entonces llora más y me abraza y tengo que abrazarla y miro al techo haciendo como si tuviera ganas de abrazarla y me dice te quiero y yo le dijo hum... y entonces me voy cabreando por momentos y me largo a tirar la basura y ella qué te pasa y yo nada y ella estás enfadado y yo no sólo estoy jodido ya se me pasará pero el qué se te pasará cuéntamelo, dime algo porque sino no me entero y yo adiós me voy a tirar la basura. Y por la noche otra vez la retahíla y cuando estoy intentando oír radio se acerca y entonces me dice ¿es que no te das cuenta de me siento sola tú siempre con tu mierda de radio? y yo le digo ¿cuálo? y me dice, sí, todas las noches te pones a escuchar radio y yo me siento sola y yo le digo che, che, che, un momento, que tú llevas 16 años que lo que haces es ponerte a ver programas de mierda en tv y yo no te digo nada, a ti te gusta eso y a mí no, yo oigo radio, así que no veo el problema de que yo me ponga aquí y me parece tremenda estercolera que me vengas ahora con esas. Anoche yo dormí como un cabrón pero ella se pasó toda la noche despierta y llorando. Esta mañana se viene abajo en el baño y llora y llora y llora y me abraza y dime que esto tiene futuro y dime que no te vas a aburrir (ya es tarde para eso, muñeca, pienso) y bua bua bua, yo hago como que la abrazo mirando al plafón y pensando joder se me hace tarde para el trabajo y la tranquilizo como quien calma a un perrito al que has dado su primer baño demasiado pronto y no pasa nada no es para tanto estás llevando las cosas muy lejos y desde que puedo me largo al trabajo pero antes paso por el bar y tomo café y un anisado porque si no me jode también todo el día.””
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Yo le dije a Armando: “Macho, o te vas a putas o te abres un blog”. Que yo sepa, no ha abierto blog.

Conociendo a Brujilda Galpón


Los padres de Rosa Llovizna estaban cabriados porque la niña siempre estaba pegada a sus faldas y no les dejaba ni a sol ni a sombra. El problema es que así no podía follar.

Una tarde le dijeron a la niña si jugaba al escondite, y mientras la probre contaba hasta cien, les dio tiempo de perderse entre los trastos del galpón y allí, amparados por la negrura y la humedad, echaron un kiki.

Se fueron de allí, aliviados, sin saber que, fruto del revolcón, entre la paja quedó un ovocito fecundado. A los nueve meses nació, por medios propios, su segunda hija, Brujilda Galpón, que, a falta de padres, fue amamantada por una araña que por una esquina apareció.

La niña brujilda, con el alimento arácnido, crió culo como si araña de galpón fuese. Cuando creció y se presentó a los padres de carne (que no de leche) como hija legítima, causó sensación en el barrio. Una chica con el culo tan grande, y tan delgada, jamás habían visto. El culito galponero los ponía locos.

Pero ella, luego de chuparlos, los desairaba porque por su sangre corría el gen siniestro del alimento arácnido que tomó cuando era beba.

Y por esto Brujila Galpón es tan rarita. Si la ven por ahí, tengan cuidado que no les pique la curiosidad (porque se les armará buena pupa en la curiosidad)