martes, 27 de febrero de 2007

La leyenda de Rosa Llovizna


Rosa Llovizna era normal hasta aquel día que le subió la fiebre y se tiró al bosque. A pesar de la lluvia corrió y corrió, en busca de la flor pene. Se caló a los huesos, tiritó y lloró de rabia, pero no dio con la flor pene.

Quedó mal del tarro. Los padres la ingresaron en una institución para dementes. Nunca conoció varón. Cuando le aprietan las hormonas se escapa del manicomio y va a dar a una gasolinera cercana. Allí se mete en el autolavado, se refresca bajo la presión a chorro de las mangueras y deja que los enormes cepillos le hagan cosquillas en las nalgas y en los pechos.

Sale mojada y empitonada como una fiera. Al primero que pilla lo tumba y lo hace suyo.

Pero nunca logró ver a la flor pene. De ahí su tristeza.

Pobre Rosa Llovizna.

12 comentarios:

El Soltero de Oro dijo...

Yo paso todos los días delante del psiquiátrico, con el ordenador y no he visto a la esa Llovizna. No tengo tiempo.

. dijo...

La hemos cagado. El Soltero ha descubierto la trama y ha llegado hasta aquí. Me pregunto qué vínculos de excel pueden traer hasta estos lares a un individuo tan huraño.

Yo he visto a esa Llovizna en la gasolinera. Dizque los amantes prohibidos se regocijan dentro de un Fiat Bravo mientras dura la ficha del túnel de lavado. Llovizna se queda fuera, siempre fuera, por eso acaba tan mojada.

Perfectos Saludos.

Stacy Malibú dijo...

Muchisimo mejor la busqueda de la flor pene que la limpieza domestica.

Donde vamos a parar? Ah! Si, a la gasolinera.

D A V I D dijo...

Sra. Rosa,

¿Ha visto usted la foto de la flor pene?

Atentamente

JOHNNY INGLE dijo...

Tumbar es dar en tierra con el cuerpo del deseo y hacerle una guarrería.

Otra acepción: hacer hueco en la tierra, abrir agujero para meter muerto (o simplemente para meter).

Una tercera: tumba tumba tumba: ritmo primario del regaeton, muy de moda y muy divertido.

Una cuarta: Timón y Tumba, dibujos animados de fama entre niños de leche.

. dijo...

Pequeña corrección, el Sr. Soltero es pariente el rey Mierdas, porque todo lo que toca lo convierte en caca. Una vez toco a Ingle y le salió un zurullo por la oreja. Otra vez tocó a Mantel y se puso a escribir un blog, que es otra modalidad de cagajón pero que en vez de vaciar los intestinos vacía el cerebro, salvo cuando te han revuelto las tripas y tienes los intestinos alojados en el cráneo, en cuyo caso se vacían las dos cosas a la vez.

Me había olvidado de decir que yo una vez vi a una flor pene caminando por la calle, pero olía tan mal que ninguna mujer se atrevía a acercarse. Sólo las moscas.

Perfectos Saludos.

Loredhi dijo...

Sra. Rosa Llovizna,

El Sr. Mantel se ha dejado tirado en el suelo de su página un calzoncillo.

JOHNNY INGLE dijo...

Sra. Rosa Llovizna:
Esta tarde paseaba yo por la calle y en una floristería vi un cartel que ponía:
SE NECESITA OLORISTA. Pagamos poco. Pero decente.

Al parecer, las oloristas son las que componen los ramos distinguiendo si el cliente quiere que huela repelente, neutro o atrayente.

También los hoteles contratan oloristas: son las que van por las habitaciones y deciden los baños que hay que limpiar porque apestan: y si los baños apestan es porque un hombre se ha meado sobre el aro de la taza, propiciando el histerismo de su esposa.

Aicha dijo...

¡Una flor pene incendiada!, pues no me extraña que Rosa Llovizna huya de ella. Diga que si,linda Rosa, por muy bien que pague una limpieza doméstica yo tampoco aceptaría.

Sr. Ingle, esa flor la hubiera encontrado hasta Edmundo sin necesidad de acercar la vela a Marcela, aunque su corazón hubiera hecho: "¡TUMBA!" (=explosión en el corazón de Edmundo). Si, parece que de cualquier modo el destino de esa flor es terminar ardiendo.

Sr. Mantel, Rosa Llovizna se moja por culpa del túnel de lavado. ¿Acaso desconoce que cuando se lava el coche llueve?.

Cenefas de besos.

Anónimo dijo...

Vamos a ver, mi hermana Rosa Llovizna es de lo más limpio que tenemos en la familia. ¡Si hasta piensa hacer una excepción y regoger los calzoncillos del Sr. Mantel dentro de un par de días!. Yo hago llover siempre que ella quiera ducharse, ¡faltaría más!. En el curso de magia e invisibilidad obtuvo matrícula de honor. No recuerdo bien si la colgó del coche o de la escoba.

¡Se me está quemando una pócima!. ¡Dichosas ancas de mujer rana!.

A mi Rosita me la cuidan, o se marcha de olorista.

. dijo...

A ver:

Ya lo he dicho en alguna parte: esos calzoncillos de floritas y elefantitos no son míos. Recójalos, tírelos o momifíquelos, me da igual.

Sra. Aicha;

Me han gustado sus cenefas de besos. Intentaré decorar mi casa con ellas, si a Usted no le importa.

Ahora que lo menciona, eso de que cuando se lava el coche llueve... sí, me suena de algo, me va sonando. Siempre relaciono eso con hilachas de queso que cuelgan ridículamente de la boca. Y no le encuentro relación, francamente. Me lo haré mirar en la próxima revisión de TUMBA-corazón.

Mearse en la tapa del baño de la Universidad provoca cataratas planas incontrolabes. Supongo.



Perfectos Saludos

Loredhi dijo...

Sra. Rosa Llovizna,

Muchas gracias por sus halagos, yo también admiro su sensibilidad tan poco apreciada por estos sujetos que le llenan sin pudor los suelos de las páginas de culos y calzoncillos. Puede venirse a limpiar a mi blog cuando quiera, lo tengo bastante aseado, aunque por culpa de una amiga quizá sí encuentre alguna paloma muerta... y los excrementos de las vivas... Pero sólo sería esa menudencia