sábado, 21 de abril de 2007

Identidad

Cierto día me cansé de llamarme Edmundo Mantel. Quiero decir, no me cansé, sino que decidí proteger mi identidad: uno no sabe los locos que hay en la vida que no es la de internet. Así que fui al Registro Civil y le dije al funcionario: "Verá, quiero cambiar de nombre". "¿Cómo se llama Usted?" -me dijo. "Mantel, Edmundo Mantel"-respondí. El tío empieza a teclear en el ordenador y dice: "Anda, ¿es Usted el Edmundo Mantel que tiene un blog?". Y yo, "Ejem, sí... ese soy...". Y él: "Ya... pero... por qué se quiere cambiar de nombre, Edmundo Mantel Ulloa es un nombre con prestancia, emana dignidad". Y yo: "Mire, a mí también me gusta, de verdad, me encanta ese nombre y esos apellidos pero... me gustaría no tener que usar el mismo en la vida real, me gustaría que mi nombre de la vida real no se involucrara con el de la vida virtual". Y él: "¿Y eso?". Y yo: "Para proteger mi verdadera identidad". Y él: "Empiezo a estar perdido... ¿Cuál es su verdadera identidad?". Y yo: "Joder, esa, la que acaba Usted de ver: Edmundo. Esa es mi verdadera identidad, ¿es que no se nota en las tonterías que escribo?". Y él."Ya. Entonces quiere elegir otro nombre para la vida que no es la de internet y quiere dejar su verdadero nombre en la vida que es la de internet". Y yo: "Sip". Y él: "Vale. ¿Qué nombre desea?". Y yo, "Buenoo, el que deseo es el de Edmundo, el otro no lo puedo elegir, puesto que ya lo han elegido por mí". Y él: "Ajá... ¿y bien?, no es que tenga prisa... pero... verá... la hora del desayuno y tal". Y yo "Mire, cuando nací en la otra vida, en la que no es la de internet, mis padres quisieron llamarme Fredy". Y él "Juas, juas, juas" se parte de la risa, el cabrón, y dice "¿Fredy?, joder, amigo, Fredy es nombre de perro, ahora comprendo que te quieras llamar Edmundo". Y yo, "Bueno, ya está bien. En el Registro no se lo permitieron inscribir; ese nombre fue porque mis padres estaban recién llegados de Venezuela y... ya sabe... si supiera cómo se llama mi hermano el que no me habla....". Y él, secándose las lágrimas de la risa: "Diga, hombre, diga, ¿Cómo se llamaba?". Y yo. "Walter, se llama Walter". Y él se tira al suelo, se echa las manos al estómago y se descojona en tal modo que tiemblan los archivadores. Hasta yo me río. Walter, hay que joderse, ¿en qué coño estaban pensando mis padres?. Total que el tío me dice: "Bueno, y entonces cuál es ese nombre que eligieron para Usted y que es el que quiere usar fuera de internet para proteger su verdadera identidad Mantel". Y yo, "Pues... Armando Nuez, será, no me queda otra". Y él. "Vale. Armando Nuez es más aceptable que Fredy, lo inscribiré, pues". Y yo: "Gracias". Y él, "perdone, ¿Y sus amigos? ¿Cómo le llaman?". Y yo, "¿Mis amigos?. Buf, me llaman A, Ar, Arm, Armand, Hasta uno me llama Mand, el cabrón. Pero Armando no me llama casi nadie,casi todos Ar o Arm". Y el tío se sonríe, me da la mano y me dice: "Vale, Edmundo, quedas inscrito, que tengas suerte, y a ver cuándo vuelves a colgar algo en tu puto blog de mierda". Y yo le digo: "Cojonudo, wey. Chau".

12 comentarios:

Srta. Effie dijo...

Queridísimo Mantel:

Después de leer la crónica de su periplo en el registro civil he tenido un hermoso déjà-vu.
Y acto seguido una Epifanía.

Sartre, al que se le suponía inteligencia, decía lo siguiente:

"La existencia no es algo que se deje pensar: es preciso que nos invada bruscamente, que se detenga entre nosotros, que pese sobre nuestro corazón como una gran bestia inmóvil; sino, no hay absolutamente nada."

El tipo era un pelín misógino, pero sus palabras jodiditas ilustran bastante bien el caso. O a mi me lo parece.

Pues eso, que sigo de mal humor.

JOHNNY INGLE dijo...

Jah, pues yo creía que el Registro Civil era un sitio en el que una funcionaria buenorra para mojar pan te metía las manos en los bolsillos y te palpaba el culo y las costillas para ver si guardas alguna arma que le pueda servirj para calmar su lujuria...

hay que joderse, ¡a mí que me registren!

¿Y no pidió usted que le cambiaran el sexo sin operarse?

A mí no me importaría ser mujer por una semana para tocarme las tetas por las mañanas, que debe de dar mucho gustirrinín.

ESo sí, supongo que habrá la opoción de ser mujer con tetas, porque para ser mujer sin tetas ya me quedo así, tal cual, escurrido.

Srta. Effie dijo...

¿Porqué tocarse las tetas por la mañana?

¿Y el resto del día?

Espero que esa semana femenina no le coincida con esos días del mes en el que parece ser que hay que preguntarse a que saben las nubes y el color azul e Isabel Coixet dirije un anuncio de mierda de compresas de lo más degradante.

A mi, más que me cambien de sexo, que me cambien la visión del sexo a través de un menor de 27 o de un mayor de 37.

. dijo...

Si yo fuera mujer no me tocaría las tetas: buscaría a un tipo que se llamara Edmundo (o Armando) y le pediría por favor por favor que me las tocara todo el rato.

La Señora Evita ha tenido una Epifanía. ¿Es Usted multiepifánica?.

Las funcionarias del Registro tienen bigote.

Perfectos Saludos.

JOHNNY INGLE dijo...

A ver, uno se toca las tetas por la mañana, cuando se ha despertado y está en la cama. Están a mano y uno tiene lugar.

El resto del día las manos están ocupadas haciendo el café, conduciendo, tecleando en el ordenador, quemando acelgas o montando (videos). Con ese ajetreo, por muchas tetas que uno tuviera no habría lugar para tocarlas.

Sí, señor Mantel, las funcionarias del Registro son incongruentes: tienen bigote y, en cambio, van perfectamente depiladas de ingles.

Srta. Effie dijo...

Querido Sr. Ingle:

Pero es un problema que, en caso de tener tetas, Usted no tendría. Recuerde que lo que deseaba era convetirse en mujer durante una semana, y es conocida la capacidad de las mujeres para hacer varias cosas al mismo tiempo.

Yo esta mañana he probado preparar el te (es que rara vez tomo café) con una sola mano mientras con la otra me tocaba sutilmente un pecho. Como he visto que la psicomotricidad no fallaba, me he vuelto a tocar el pecho, pero esta vez en plan camionero, y oiga, que el te me ha salido muy rico.

Si monta un video, lo hace con tablilla gráfica y ya está. Y la otra mano en la teta. Y respecto a la conducción, tome el transporte público, que mientras Usted se toca una teta, ya se encargará alguien de tocarle el culo. Garantizado.

Ya no cocino, Sr. Ingle: me he pasado a la fruta y poco más. Hasta la próxima reencarnación del Volvo del Sr. Mantel, no me puedo permitir quemar otra olla.

¿Por qué se depilan solo las ingles las cacheadoras del Registro?

JOHNNY INGLE dijo...

En realidad las del REgistro se depilan también la rabadilla. Porque al agacharse para sacar los libros de los archivos es lo que más les ven los ciudadanos...
Y se van comentando, jo, hoy me vi a una en el Registro con una rabadilla que estaba para mojar pan (o para mojar el churro allí mismo, sin necesidad de zonas más bajas).

¿A usted le tocaron el culo en el autobús? Noto que lo cuenta como con rencor (o con nostalgia, percibo una cierta ambigüedad en su modo de explicarse).

Recuerde escribir un próximo post bajo el título:
"Tócame el culo en el bus y haré de ti un hombre bueno".

No sé, se me ha ocurrido.

¿Y a qué fruta se ha pasado?
¿Predominan los plátanos por casualidad?

. dijo...

Sra. Evita;

Como espere Usted a la reencarnación del Volvo se nos va a volver anoréxica. Mejor guise, guise y coma, que si se sigue alimentando a base de frutas no va a tener pecho que tocarse (ni culo los del bus).

Sr. Ingle;

Tiene Usted toda la razón. ¡Cuánta rabadilla impúdica en el ámbito funcionarial!. Yo he llegado a cansarme de ver tanta hucha, de ver tanto tanga que asoma cuando la funcionaria se acuclilla buscando algún expediente.

Y ante tanta exposición, sólo alcanzo a pensar: "Por aquí no se sale".


Perfectos Saludos.

Akroon dijo...

Veo que llego en un momento de cambios de sexo ocasionales, de tocamientos onanísticos de tetas, de identidades varias y no sé cuántas cosas más que ahora mismo no puedo resumir por la hora que es y lo que me pesan los párpados (y eso que no se me han engordado, pero los pondré a régimen unos días...).

Evita, ¿¿a usted le tocaron el culo yendo en transporte público?? Qué afortunada! Entre la confusión del gentío no puede identificar al manoseador precoz, y entre tanta humanidad, puede que hasta se sienta arropada (en exceso) en caso de que el problema pasara a mayores.

A mí me tocaron el culo en la calle, a plena luz del día, en un barrio normal a una hora de lo más normal, y un tipo de lo más normal. Eso sí, de normal el tío solo tenía la cara. ¿Sabe usted el susto que supone ir tan tranquila por la calle escuchando música y de pronto notar una mano en el culo??? Y no se crea usted que cualquier mano!! No, no, el tío no tocó, amasó y apretó con rapidez, midiendo consistencia. Pensé que tal vez fuera algún amigo que me saludaba, pero suelo saludarme con mis amigos con dos besos, no con un apretón de culo (si hay poca confianza, el apretón es de manos)...

Me di la vuelta y el tipo, con gafas de sol, me estaba mirando con cara de lascivia (su boca lo decía) y murmuraba algo que no pude escuchar porque no reaccioné y no me quité los auriculares. Me quedé atónita. Justo después se dio la vuelta, se fue calle abajo (no sin darse la vuelta una vez más) y yo apreté a correr por si el tipo fuera un enfermo mental extremadamente salido y peligroso...

Hay gente pa tó.

Sr. Mantel, le he visitado aunque, si no recuerdo mal, no me he presentado en ningún momento. Lo hago ahora.
Sepa usted que represento a un cliente cuyo nombre es Wilson Freddy. Aunque lo mejor que he visto en ese sentido, y le doy mi palabra de que no es una broma sino algo totalmente cierto, es el caso de una señora apellidada Conejo Ropero... No quiera saber usted la de comentarios soeces que se me ocurrían cada vez que topaba con ella...!!
A parte de mujeres peludas con la ingle diáfana y rabadilla curiosa, en el registro también hay hombres de pecho caído (comunmente conocido como barrigón cervecero) y dedos con pelillos en la parte superior. Solo por hacer el apunte.

Realmente, el registro no parece ser un lugar que invite a la lujuria...

Buenas noches a todos!!

Srta. Effie dijo...

Mari Akroon querida,

Ostiesssssssssssssss,quin fàstic !!!!

Yo no quiero que un tío de dedos peludos me toque las nalgas, que me ha costado cinco sesiones de láser dejarme la rabadilla y aledaños como culo de bebe como para que big food me venga sobeteando y me contagie pelo y cosas que esten pegadas en el pelo.

Que falta de higiene!

En el Registro solo trabajan solteros-no-vocacionales-con-plaza. Je.

Estimado Ingle:

No se si de tocarme el culo en el bus uno se hace un hombre bueno, pero posiblemente, a uno lo dejé cojo.
Cuando yo aún me subía a mis tacones, tenía unas botas de piel negras de caña alta y de 10 cm de tacón de aguja preciosísimas. Pues ibamos mis botas, mi faldita cortita de vuelo y mi abriguito cruzado de pana camino del despacho en bus, cuando de repente, y sin calentamiento, noté no como me tocaban el culo, sino como prácticamente me reubicaban y acomodaban el tanga, y me reconocían la inter-inguinal. Antes de montar en cólera y armar tal escándalo que el conductor del bus paró y solicitó la presencia de la policía municipal (no se en otras ciudades, pero en Valencia los de la EMT en ese aspecto no se cortan), me permití el placer de descargar 60 kilos de tacón de aguja en su pie durante unos segundos, que a juzgar por lo quieto que se quedó el tipo, debieron dolerle.
A mi el culo solo me lo toca quien yo quiero. He dicho.

Muchi apreciado Sr. Mantel:

También como gazpacho andaluz y crema de verduras, ciruelas, manzanas y peras. Últimamente, y dándole la razón al Sr. Ingle, como más plátanos de lo habitual.
Corporativismo puro y duro.
O para que Usted corra desnudo entre las plataneras.
O para hacer patria.
O por el potasio.
O sencillamente por qué me apetece.

Si, Ingle, casualmente.

. dijo...

Sra. Akroon;

Presentados quedamos, pues. Apareció Usted en este mundo servilletero cuando yo estaba rondando cementerios. Visitaré su rincón discretamente.

He estado haciendo memoria y a mí nunca me ha tocado el culo nadie con quien previamente no hubiera establecido confianza tocaculera. Una vez un sacristán viejo me acarició el muslo y otra vez un borracho monopierna me propuso sexo anal.

En efecto, los registros en particular también están llenos de oscuros funcionarios barrigones y dedopeludos. Los registros y sus habitantes son una subespecie de lo más peculiar dentro del mundo funcionarial.

En lo que no estoy de acuerdo es lo de que ese lugar no invita a la lujuria. No invitan los funcionakas, pero..., imagine lo que pueden dar de sí todos esos libros enormes, vetustos, llenos de polvo, oliendo a papel viejo, imagínelos en ese silencioso ambiente a media luz, desparramados y abiertos de cualquier forma sobre las mesas y cubriendo el suelo, imagine revolcarse con quien Usted desee sobre esas páginas, rellenas las hojas amarillentas con impecable letra redondilla, imagine perpetrar los más indecorosos actos sexuales sobre la inscripción de nacimiento de, digamos, Wilson Freddy Conejo Ropero, o de un asiento de nacimiento de hace 300 años.

Ahora mismo no puedo imaginar lugar más propicio para la lujuria.

Sra. Evita;

Es más que posible que se haya Usted comido alguno de mis plátanos.


Sra. Mari;

El caos vuelve a florecer, por fin.


Perfectos y registrales Saludos.

Srta. Effie dijo...

Mari, Mari, Mari!!!!!!!!!!!!!!

El Sr. Mantel es pentaplátano!!!!!!!!

Por fín los pellejos del parapente tienen sentido!!!!!!!!!!!

Por fín las explicaciones del Sr. Ingle me iluminaron!!!!!!!

Pedazo de Epifanía, ay.

Despeinada me he quedado.