viernes, 13 de abril de 2007

Pintor de cerdas

Rosa Llovizna quería pintar las habitaciones. Comenzó en el solsticio y ya había venido la prima Vera. La tarea seguía sin realizarse porque todo lo dejaba para lué. La niña quería blanco y manzana, la abuela ocre y cereza y el chucho manucho quería su caseta de chocolate con nata. ¡Todos querían sus colores! ¡Yaaaa! ¿Entendés, Rosa Llovizna? Nos meamos por las patas si no tenemos pintado antes de que la prima Vera se nos vaya.
Le hablaron de un pintor muy rápido y barato. Es un pintor de cerdas, le explicaron. En un solo día deja listas las habitaciones. No cobra materiales. Y lo llamó.
Ragebundo Pantriel apareció a las siete de la mañana y ordenó un mate para calentarse. Por un momento Rosa Llovizna creyó en el retorno del hombre lobo, pero no. Venid, Evita, fijaros lo peludo. ¿Y no trae el material? ¿Dónde guarda las brochas?
El hombre se desnudó, dejó al descubierto su piel de oso peloso y mandó a la niña a subir los botes de pintura. Giró como una peonza y se impregnó de los colores. Dejó la panza para el blanco, el culo para el verde manzana, los brazos para el cereza, y el pitulín para el chocolate del perro.
Mandó pinchar un merengue de Elvis Crespo y al ritmo que la música le marcaba ("Píntame") en un tris tras dio colores a la vivienda. Se fue manchado y se olvidó de cobrar.
Rosa Llovizna quedó muy contenta. Llamó a Evita y la tumbó para celebrarlo. Yo las observé detrás de las cortinas por un rato y luego me aburrí porque se quedaron dormidas.
El Video lo colgué en You Tube pero duró dos días y me lo censuraron.

2 comentarios:

Srta. Effie dijo...

Al Sr. Ingle se le nota que está al borde de una Ikea experience.

Mi Rosa y yo retumbamos, alfombra mediante, claro.

¡Ay, la vida en lila!

JOHNNY INGLE dijo...

A usted lo que le pasó es que el pintor la cogió (sí sí) arrimada a una pared, le pasó el pincel por encima y la dejó de igual color que el muro. Entonces no es que esté muerta, es que está camuflada, escoba incluida.

Nadie se percata de su presencia, pero sigue ahí.

¿A qué demonios le dio eso de Eulén?

Es cierto que Eulén acá es una empresa de servicios variopintos