viernes, 25 de mayo de 2007
martes, 15 de mayo de 2007
El Cliente Nunca Tiene la Razón
No sé Ustedes, pero en los últimos tiempos yo tengo la sensación creciente de que el tipo que entra en un establecimiento a comprar es tratado como un verdadero gilipollas. Ese maltrato se constata en cualquier sitio donde se pueda adquirir algo, ya sea una verdulería, un taxi, un restaurante, un taller o una inmobiliaria.
Hace años, muchos años, no sólo se decía, sino que se practicaba, el lema de que “El Cliente Siempre Tiene la Razón”. Los dependientes trataban al cliente con educación, con respeto, escuchaban sus preferencias e intentaban contentarlo, cerrando una venta que fuera satisfactoria para ambas partes. Incluso era frecuente encontrar algo de sinceridad, cuando a uno lo atendían.
Hoy es justo al contrario: el cliente nunca tiene la razón y además es un hijueputa al que hay que joder. El cliente, por el mero hecho de demandar un producto o servicio, ya es culpable de algo. No es un menda que va a darte de comer y a contribuir a que tu negocio florezca, no. Es un capullo que viene a interrumpir tu descanso, un gilipollas que viene a molestar con sus impertinencias, un imbécil al que hay que engañar y colarle al doble de precio el peor y más polvoriento producto que tengas en el fondo de tus roñosas estanterías.
Puede que el problema sea yo, no lo voy a negar. Puede que en realidad YO SEA GILIPOLLAS y puede que por esa característica intrínseca de mi personalidad sea el prototipo de individuo tontaina predispuesto a que lo estafen. Una especie de imán para la mierda ajena. Aún así, estoy seguro de no ser el único.
En cualquier caso, estoy harto de que el vino que me recomiende el camarero sea una puta mierda (no tenía el que yo le pedí a pesar de anunciarlo en la carta); asqueado de sus uñas negras (combinadas con su fingida amabilidad de barrio); cansado de las mentiras de los mecánicos (joder, si tú eres el mecánico, ¿por qué soy yo quien tiene que buscar por ahí los recambios?); hasta las narices de que las consecuencias de la ineptitud ajena recaigan siempre en mi cuenta corriente.
Harto de no tener nunca la razón. Estoy por no salir de mi casa. En los últimos tiempos he reducido tanto la lista de restaurantes, tiendas y negocios variados por haberme sentido estafado, que voy a terminar por alimentarme con mi propia mierda. Con tal de no salir a comprar.
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5/15/2007 05:02:00 p. m.
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sábado, 5 de mayo de 2007
Aburrido
Total que Armando me pasó a recoger por mi casa (por cierto, hacía un frío que te dejaba los güevos angulosos) y mientras íbamos en su coche a nuestro común destino, me confesó con voz trastabillante que el haber quedado conmigo era el hecho más emocionante de los últimos seis meses de su vida (joder, ¡¡cuánto no follará una rata en seis meses!!). Me dijo que no recordaba haber comido con tantas prisas como aquel día, el hacerse una tortilla a toda leche "porque miraba el reloj y no llegaba, no llegaba". En estas, con los nervios, al abrir la nevera se le cayó un huevo al suelo, un huevo de los de la nevera, no de los suyos. Dizque se quedó allí quieto, con una mano en el asa de la puerta abierta de la nevera, mirando al piso, los zapatos salpicados por la clara del huevo estampado contra el suelo. Treinta, cuarenta segundos así. Luego pensó: "Señor, yo no entiendo mucho de esto, pero creo que se le ha roto un huevo".
Armando Nuez me contaba todo esto con la misma emoción con que otras personas me han contado sus viajes a Tanzania, o sus aventuras en medio del puto desierto. Yo me sentía feliz porque a través de aquel acto de caridad me creía un hombre bueno y redimía parte de las culpas que a diario me endosan y que tienden a hacerme pensar que soy un pedazo de cabrón. Y además, Nuez me fue de gran utilidad en mi gestión.
Así que ya saben: si algún día se sienten aburridos, tiren un huevo al suelo y esperen a ver qué se les ocurre.
Eso o... follen como ratas.
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5/05/2007 07:31:00 p. m.
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sábado, 28 de abril de 2007
BAISERS VOLÉS
Tiene una vecina que le quita el sueño. Es tremenda de guapa, de alta, de rubia y de todo. Arlequino siempre la mira a través de las cortinas y le gusta sentir como el vuelo de las telas le roza las piernas...
Hace lo que sea por verla: la espera en el rellano, en el ascensor, al bajar la basura y en los días de lluvia la espera con un paraguas. Pero casi nunca coinciden.
Una vez se la encontró en el ascensor pero se puso a tartamudear: al menos tuvo iniciativa.
Él cada vez se siente peor y más desesperanzado, y dentro de su locura de amor, cree que la única forma de convertirse en alguien reseñable, es consiguiendo tocar a la vecina.
Estando en la calle volviendo de hacer la compra, vio pasar un bus viejote que anunciaba con un gran cartel lateral “Algunos hombres buenos”.
- Y algo tontos-, se dijo Arlequino, sacando su bono para subir al transporte público.
El vehículo estaba atestado de gente, costándole lo suyo poder encontrar un hueco hacia el fondo. Cuando ya estaba más o menos situado, le zarandeó un frenazo repentino y tropezó con la mujer que le daba la espalda, y con la confusión, apoyó la bolsa de la compra en el trasero de la inocente usuaria. La mujer se giró, y para zozobra de él, era la vecina.
Ella bajó la mirada y miró la bolsa de la compra.
- Tengo plátanos-, acertó a decir Arlequino.
- ¿Eres pentaplátano?- preguntó con cierta coquetería la vecina.
- Soy casi murciano-, dijo él, como disculpándose.
- Entonces sabes de pimientos-, dijo ella llena de emoción.
Y él se perdió en los ojos de ella y ella en los ojos de él, y ya no fueron dos, sino solo uno, y se dejaron mecer por el traqueteo de la marcha y de la marea humana del cocherito leré.
Desde ese día, los dos se dejaban rozar las piernas con las cortinas en casa de Arlequino y solo comían postre.
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Srta. Effie
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4/28/2007 08:10:00 a. m.
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Etiquetas: como mola mi búho, el blues del autobús, me cago en el ibuprofeno, no soy genial constantemente, pentaplátanos, vecinas buenorras
sábado, 21 de abril de 2007
Identidad
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4/21/2007 08:36:00 p. m.
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viernes, 13 de abril de 2007
Pintor de cerdas
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JOHNNY INGLE
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4/13/2007 09:01:00 p. m.
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jueves, 5 de abril de 2007
MANZANITA TRALARÁ
La Sra. Llovizna tiene mal dormir.
A las siete de la mañana seguía intentando hacer silencio.
Pero mira el cielo y se marea.
Mira el reloj y se marea. Bueno, relojes.
Se nos está haciendo mayor la Sra. Llovizna.
Doña Rosa ayer cenó puerro, y es algo que jamás debemos permitir. Ve cosas raras y dice cosas raras. Pero es que confunde los puerros con los porros. Al segundo mordisquito de puerro, se le pone cara de ir en bicicleta. Je.
Ella cree que la purrusalda es una comuna de ye-yés y de golfas descarriadas que fuman porros, para acabar metiéndose en una celdilla de Excel. Amontonados, unos encima de los otros. Y si se amontonan por la tarde, hablan alemán. Que gentucilla.
La purrusalda no es más que un plato preparado a base de puerros, bacalao y tiempo. En algunos lugares es conocido como parrusalda, y ¡aja!, justo ahí empieza el problema.
A continuación vamos a vivir un momento Discovery, etimológicamente hablando.
La parrusalda es una cómoda, espontánea y vulgar interpretación de la palabra purrusalda. Pero, amiguitos míos, en el pueblo de la Sra. Evita, el parrús fue lo que se tocó la beata Chús. De ahí que la mencionada receta tenga bacalao, y que se le dedique tiempo. Dicen que la beata Chus murió de onanición. No me extraña.
Pero aquí no acaba la cosa, que la cocina es muy picaruela.
Concha de cangrejo rojo rellena.
Ya, ya.
La receta dice que se use la concha del cangrejo rojo por qué es más grande, y que se rellene con la carne del cangrejo azul. Parece ser que al cangrejo rojo la concha le hace eco, o como dice el vulgo, que la tiene para servir a patria y regimiento.
Los cangrejos azules deben de tomar pastillitas azules: hay mucho que rellenar.
Total, que todo muy ordinario. Donde esté el virginal bocadillo de mortadela…
Pues todo esto yo lo decía para hacer tiempo, y bulto, ya que la idea principal de esta entrada es presumir de que por 200€ me he cambiado placa y procesador y me he marcado un Mac OS X que si fuese blanco iPod irradiente me hubiese costado 1900€.
Je.
Señores lectores:
Sírvanse leer de esta estúpida entrada solo la letra destacada. Se enterarán de lo mismito y llegarán antes al estupendo párrafo final.
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Srta. Effie
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4/05/2007 10:36:00 a. m.
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Etiquetas: bocadillo de viagra, concha piquer, golfas descarriadas, mortadela virginal, post estúpido, recetas picaruelas, regalo mac osx