sábado, 17 de marzo de 2007

Quién es Quién

En algún lugar ya he contado que cuando nací meé al doctor en su cara y que en venganza me extirpó la sensibilidad. También me extirpó otra cosa, aunque eso lo descubrí con el paso de los años: la personalidad.

Cuando era niño sabía que ser niño no servía para nada. En aquella época los niños no contaban. Así que no me preocupaba al ver que yo no tenía vicios ni ídolos como tenían otros niños, pensaba que esas cosas ya me vendrían cuando fuera mayor, es decir, cuando fuera algo. Me hice del Real Madrid porque todos los niños tenían un equipo favorito de fútbol, y como había que responder cada vez que un adulto te preguntaba con cara de imbécil “¿Y tú de qué equipo eres?”, me pareció que ser del Real Madrid era lo más conveniente. Cuando dejaron de preguntarme dejé de ser del Real Madrid. Y así con todo. No tenía un programa favorito de televisión: mis primos y mis amigos perdían el culo por llegar a tiempo para ver a los payasos de la tele. A mí me parecían simplemente eso, unos payasos. Rara vez me hacían reír y desde luego no los consideraba una prioridad frente a jugar a solas con mis cochitos.

Llegó la adolescencia y entonces sí empecé a preocuparme. Pensaba: “Jo, ya va siendo hora de tener personalidad”. Y la personalidad no aparecía. Creía que cualquier día me levantaría de la cama y sentiría que ya tenía personalidad, que ya por fin tendría criterio para discutir y defender con vehemencia mis posiciones inamovibles, mis preferencias, mis héroes, como hacían otros. Como hacía el cabrón de Pedro Expósito, que me levantó a la primera chica de la que me enamoré en mi vida. Pedro era el triunfador de la clase, el más abierto, el deportista, el que primero se desarrolló. Yo fui el último, pero al final fui más alto que él por diecisiete centímetros. Jódete, pigmeo.

Mientras otros discutían sin escucharse entre ellos, yo permanecía callado porque no sabía qué decir. La mayoría de las veces ni siquiera entendía porqué aquello parecía ser tan importante para ellos, porque hablaban de gente y sucesos desconocidos y lejanos. Pero, joder, no podía evitar sentir que tenía el cráneo vacío.

A pesar de lo que pueda parecer, con los años he madurado mucho. Ahora he descubierto que el no tener personalidad es una gran ventaja para moverte por la vida, porque te permite adaptarte a cada situación mimetizando la personalidad que más te conviene. Así puedo implicarme en mis tareas y desarrollarlas con un alto grado de éxito.

Por las mañanas soy un paciente conductor que se cabrea lo justo por tirarse 45 minutos para recorrer 16 kilómetros. Luego me convierto en un eficaz trabajador que es capaz de sacar adelante el trabajo con calidad y precisión como si le interesara lo que hace, sin desatender el blog ni los correos durante la jornada laboral. Mi no personalidad tiene una paciencia felina, pero cuando algún capullo me hace enfadar lo necesario, soy un implacable y educado irónico capaz de mandarlo a la mierda haciéndole creer que es un puto Dios. Por las mañanas apenas digo malas palabras (coño, joder, y ese tipo de cosas que tanto gustan a mis otras personalidades). A mediodía soy un buen devorador de alimentos, que se somete a esta tarea con especial dedicación. Por las tardes soy un tío tranquilo que viste en vaqueros viejos y empieza a largar improperios por la boca. Por las noches soy un ameno conversador degustador de vino o cerveza en buena compañía. Luego duermo como un cerdo y resulto un eficiente soñador en colores.

Y, además, soy el hijueputa esquizofrénico que despierta a los vecinos riéndose dormido.

10 comentarios:

JOHNNY INGLE dijo...

Yo también descubrí en los primeros años de escuela que yo lo que tenía, como mucho, era PERSONALIDAD JURÍDICA, es decir, capacidad de ser sujeto de derechos y obligaciones, pero tenía el cráneo vacío para discutir sobre nada ¿qué coño es el fútbol? ni mucho menos para pelearme.

Ahora soy arrogante. Sólo eso. No sé si implica tener personalidad, pero al menos soy arrogante. En lugar de arrogante, debería tener un turbante y jugar al tenis, pero no.

. dijo...

Las personas con personalidad tienden a ser menos felices y a tener cara de oler mierda todo el día porque se ven obligadas a llevar una vida conforme a sus criterios. Tienen opinión clara sobre todo, sienten pasión por cosas ajenas, como una cafetera, un jugador de fútbol, un partido político o una marca de cigarros. Discuten y discuten sin parar, defendiendo siempre sus posiciones, sin saber que eso no les servirá para nada.

Los que carecemos de personalidad lo tenemos más fácil, porque los demás piensan que no pintamos nada. Cuando hay discusiones les damos la razón siempre a los otros, y los otros se quedan muy contentos y se creen algo. Los despersonalizados tenemos más capacidad para ser felices, libres como estamos de ataduras en cuanto a opiniones o criterios de refiere. La cualidad de mimetizar distintas personalidades a lo largo de un día o con grupos diferentes de personas, nos confiere el don de la supervivencia en cualquier ambiente hostil.

Además, nos predispone a regalar burbujas de personalidad sin pretender nada a cambio, puesto que no tenemos una idea clara de qué es lo que nos gustaría. Por si fuera poco, puedes permitirte el lujo de ser arrogante sin tener personalidad.

Esto es como el camarote de los hermanos Marx.

Perfectos Saludos.

JOHNNY INGLE dijo...

A los sujetos sin personalidad les da igual, por ejemplo, un coche de una marca que otra, que tenga nombre de mujer o de macho virulento. Les da igual un coche con culo que sin culo.

Igual les da andar 100 km a pie que en coche que en burro y fuera bizcocho.

les da igual que se respire paz a que se respire veneno.

la be de burro o la uve de venancio, o de venado.

Y la da igual comer mayonesa que comerse mocos. Y les da igual acostarse que levantarse, por eso permanecen todo el rato de pie, como las gallinas.

Y tamibén les da igual poner huevos o tenerlos, que se los coman a que no.

Dios pío, qué lío lo de la personalidad.

JOHNNY INGLE dijo...

Lo que uno no debe hacer cuando tiene mocos es subir a una montaña.

Ragebundo Pantriel sufrió un accidente mientras tenía catarro. Escaló una montaña y se embargó a la vista de un desfiladero. Pero tanto moco tenía que se le resbalaba por el pecho, cogía la cintura, la ingle y pata abajo le llenaba el calcetín y el zapato. Con tanta moquera el cabrón resbaló colina abajo y acabó en el fondo del barranco.

Allí estornudó y dijo: "Hay que joderse".

Entonces apareció una pastora peluda con sus cabras y lo jodió allí mismo.

Ella no tenía asco de besar un hombre moquento.

JESÚS!!!

Brujilda Galpón dijo...

En lo alto de mi armario
tengo una caja con mocos
si desean modelos varios
les regalaré
unos pocos.

Hay que estar a la moda (modelos varios), digo muda, pero sin callar. Vamos, que se muden, pero no de casa. Y sin taparse la boca. ¿Que se casa?, ¡¿quién?!.

Edmundo, al menos sus
no-personalidades se ajustan a un patrón horario. Verá, las mías... ¡Esto es una jaula de grillos apersonales!, ¡el camarote de los hermanos Marx no personados!, ¡Jeeeeexús (¿tri-personal?)!. ¡Protesto señoría personalidad-jurídica!. Haiga pac, ermana rosa. Si, si, nosotras podemos donar la paz mental. ¿Podemos, podemos?.

Besos.

Aicha dijo...

Sr. Ingle,

Si que parece jodido que te pasen por encima un rebaño de cabras y una pastora peluda. La mujer, al ver a Ragebundo tan verde, pensaría que era un sapo y lo besó por probar suerte.

Rosa, cuídese ese virus. O no, no lo cuide, mándelo al carajo. "Pa fuera, pa la calle". Que se mejore.

Sr. Mantel, ¿podría enviarme la fórmula para convertirme en eficiente soñadora en colores?. Pero la versión sin carcajadas sonoras, que mis vecinos se encargan rapidito de despertarme y eso perturbaría mi momento multicolor.

. dijo...

A ver, a ver. Alguien tendría que colgar un nuevo post pronto, porque esto se nos está yendo de las manos.

No quiero ofender a nadie, pero no creo, Sra. Galpón, que lo que puedan donar Usted y la Sra. Llovizna pueda ser precisamente paz mental. A saber, cada una de Ustedes cuenta con, al menos, dos personalidades reconocidas por blogger, que es el registro universal más fiable de personalidades. Búsquense otra cosa que donar, que a juzgar por los comentarios no les supongo yo mucha paz mental, ni de ninguna otra clase. Por ejemplo podrían donar un dedo meñique, una colección de mocos, un pelo de gato, una vieja doblada, una uña para masticar, un diente de ratón, una genuflexión, un gigante reducido, o un tarro vacío de lubricante para coches sin culo.

Yo no sabía que si tienes mocos te llamas Jesús. Yo cuando tengo moco me llamo Edmundo, y cuando no tengo moco me llamo Edmundo igual. Si alguien me llama Jesús no hago caso. Y si me llama santísimo trinitario menos todavía.

Ragebundo tenía tanto moco que cogía a Ingle. Esto hay que arreglarlo, compañeros de camarote, y rápido.

El comentario de la nalfaveta supongo lo habrá escrito alguna nietita.

Sra. Aicha; estoy trabajando en la versión 2.0 de sueños en colores sin risas. Me llevará un tiempo, pero estoy seguro de que alguna de mis personalidades lo conseguirá. Puedo enviarle el pack inicial y luego una actualización, o si lo prefiere puede Usted seguir soñando en blanco y negro hasta que le mande la definitiva.

En lo de Nerea venden iSueños en blanco, a mí no me gustan, pero si Usted quiere probar, háblese con el Sr. Ingle.

El otro día lavé mi coche verde con culo y con nombre de mujer y ¡al día siguiente llovió!. ¿A alguien le suena esto de algo?.

Perfectos Saludos-Mocos.

. dijo...

En el blog de la Sra. Gryk decía la misma Sra. Gryk que el respeto se lo comió una vaca. Si el respeto se lo comió una vaca digo yo que la vaca habrá cagado respeto, y si la vaca cagó respeto entonces el respeto estará en el post manteliano sobre vacas frotadoras. Lo que no sé es si era SU respeto o era OTRO respeto. Eso no lo sé. Rebuscaré entre la mierda vacuna, a ver si descubro algo.

La identidad de wordpress también sirve, de hecho yo estoy pensando en mudar de identidad para irme a wordpress, pero para mudar de identidad primero tengo que tener una y en realidad no tengo una sino dos que parecen una, y luego otra secreta y luego otra más que me olvidé que la tenía.

Uf.

Permocos Saludos.

. dijo...

Cuelgue la mierda de su gallina y la mierda de su conejo en el internet; alguna de mis personalidades no reconocidas buscará sus mierdas, otra las analizarán y otra le devolverá los resultados.

Perfectos Saludos.

Anónimo dijo...

Edmundo,
Personalmente creo que no es que se tenga o no personalidad. Solo que uno tiene una diferente personalidad del resto del grupo.
No existe mas o menos personalidad. Todos somos distintos, es imposible compararnos con otros.
Me molesta cuando me dicen, o le dicen a alguien, que no tiene personalidad.
Uno puede tener personalidad agresiva, depresiva, optimista, callada, reservada, extrovertida, etc.
Todos somos distintos. La personalidad no es algo que se pueda cuantificar. Ni debería ser un método para evaluar a alguien.
Saludos,

Joel.